sábado, 29 de enero de 2011

España - ¿País (Ir)regular?


Ayer pregunté a mis amigos, "Cuando digo 'España' - ¿De qué piensan?" Un amigo me contestó "Me parece que España es un país muy extraño, donde matan a toros para divertirse ". Otro amigo dijo que para él, era muy difícil imaginar que había un país hispanohablante con habitantes “blancos”. Otra amiga ofreció que ella asociaba España con la Inquisición, y que España todavía era un país antisemítico. Yo compartí que siempre relacionaba España con cortes de pelo de estilo “Euro trash” y una cierta actitud presuntuosa bien europea. La variedad de percepciones contradictorias que surgieron me llamó la atención. Dos de los artículos que leímos esta semana – “Spain 2000: A Normal Country?” (2000) por Howard Wiarda y “Image and Reality: Contemporary Spain” (2008) por William Chislett – subrayaron lo poco que yo y mis amigos sabíamos de España, y destacaron la ignorancia de la “realidad española” que existe en todo el mundo.

Ambos textos trataron el progreso político, social, y económico increíble, y, en gran parte, desconocido, de España después de la dictadura franquista. La curiosidad que el resto del mundo ve España como un país “subdesarrollado” y “atrasado” se evidencia en ambos trabajos. Los hechos que presentaron los autores me sorprendí mucho – por ejemplo, nunca me imaginaría que España fuera el exportador de aceite de oliva más grande del mundo, y que aún Italia importara aceite de oliva de España. Sin duda, España no es perfecto. Los artículos notaron los defectos, como poder político fragmentado, que todavía impiden el avance del país. No obstante, dado su historia, el desarrollo del país es realmente impresionante. Mientas leí los artículos, me pregunté por qué España tiene una reputación tan débil a escala mundial. Me parece que España todavía aprende cómo comercializarse al resto del mundo, que es una presencia relativamente nueva a la escena mundial.

Podemos decir que la producción cinemática representa una manera en que España trata de presentarse cómo un país “normal” y “moderno” al resto del mundo. Los cortometrajes que vimos esta semana – Dime que yo y Lo que tú quieras oir, cortos ingeniosos y bien hechos – son un ejemplo de esto. Tratan ruptura, un tema bien universal. No tienen nada que ver con Franco ni con la transición a democracia. Me dieron la impresión que podrían ser de cualquier país moderno. En el fondo de los cortos está el hecho de que España sea un país donde las parejas vivan juntos antes de casarse y que tengan relaciones prematrimoniales, algo que no siempre era el caso en España. Mientras me gustaron los cortos, también me interesa ver películas más “evidentemente españolas” – si este tiene sentido – que tratan una serie de cuestiones diferentes, o que tratan problemas universales en una manera distinta. Quizá no soy mejor de los Americanos de la película Línea del cielo que vimos el primer día de clase, aunque espero que si.

En clase el lunes vamos a ver la película de Almodóvar por la cuál nombré este blog - ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Sólo he visto una película de Almodóvar – Volver. Me interesa mucho ver, ahora que sé un poco más sobre la condición española, cómo él va configurando una “mentalidad española nueva” en sus películas.

Vamos a ver…

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