domingo, 6 de marzo de 2011

Quiso Dios, con su poder/ fundir cuatro rayitos de sol / y hacer con ellos una mujer


Las últimas tres películas que hemos visto acerca de la Guerra Civil Española, ¡Ay,Carmela!, Raza y Spanish Earth demonizan al "otro lado" de la lucha. ¡Ay,Carmela! muestra la crueldad de los soldados nacionalistas que los obligan a los tres artistas hacer un espectáculo ofensivo frente a unos presos repúblicanos que los van a fusilar al día siguiente. Spanish Earth, un documental propagandista, nos presenta la realidad sombría y violenta de los jovenes que se leventaron proteger a la República española y los civiles que viven en Madrid y los alrededores. Al otro lado, Raza, basada en una novela escrito por Franco mismo, narra la destinegración de una familia, arrasada por la diferencia en ideología del héroe hermano militar nacionalista y el hermano político corrupto repúblicano.

Lo que me llamó la atención de la película Soldados de Salamina (2003) que vi hoy es como no se mete en una discusión definitiva de cuál lado era el lado más malo. La trama se enfocó en un episodio que "contiene un secreto esecial" de la Guerra Civil. Este espisodio empieza con un fusilamiento en masa. Menos el caso de La Raza, solemos ver estos escenas de fusilamiento perpetradas por los nacionalistas. No obstante, esta vez son los repúblicanos que matan a un grupo de cincuenta hombres, entre ellos, un facha bien famoso - el escritor Rafael Sánchez Mazas. Pero, la escritora Adriana Gil que se atrinchera en esta historia no le fascina el hecho del fusilamiento, sino el momento en que Mazas, quien alcanza escapar, es encontrado por un soldado repúblicano anónimo, pero este soldado le deja vivir. En la escena poderosa de la película, él dice "por aquí no hay nadie" mientras mira a Mazas, escondido en el bosque. Este momento de clemencia dentro de una historia tan violenta y sangiento a ambos lados vuelve a ser una obsesión para Gil, y no es para nada. Vuelve a mostrar este momento una y otra vez por toda la película - la mirada "alegre" del soldado hacía Mazas es especialmente curiosa. ¿Sobre qué piense este soldado en este momento? Gil aún viaja a Francia saberlo, pero nunca sabemos por cierto si ella ha encontrado el soldado del bosque.

Después de las otras películas, la ambigüedad con que trata este tema de "el bien y el mal" fue un cambio estimulante. ¿Era bien lo que hizo el soldado no matar a un facha tan influyente? No lo sé por cierto. No obstante, para mi, lo interesante de este momento de clemencia era como allí los dos dejaron de ser un ideología y volvieron ser humanos, ser individuos. Pienso que esta película quiere acercarse a las pistas de la humanidad que quedaron dentro de la guerra, o sea, encontrar la posibilidad de unirse o de relacionar uno a otro dentro de una lucha tan polarizadora.

Acerca de este punto, noté que la canción "Suspiros de España" apareció en esta película tanto como en la película ¡Ay,Carmela!. A diferencia de las canciones particulares a cada lado de la Guerra Civil, "Suspiros de España" parece como una canción de una manera une a todos. Carmen canta esta canción para los Nacionalistas en el espectáculo con mucha emoción, y a ellos se lo encanta. En Soldados de Salamina, el soldado anónimo canta esta canción, y desde esto Mazas le reconoce. Muestra como los dos lados tratan reclamar el amor verdadero para España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario